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lunes, 22 de octubre de 2007

La literatura como arma en contra del sistema

¿Qué tan conveniente es para el estado el acceso a los libros?, ¿Qué tan peligroso puede llegar a ser un pueblo con conocimiento de las causas?, ¿Por qué los países con mayor desarrollo armamentista reclutan a las mentes más brillantes del planeta?, ¿Existe relación alguna?

La realidad de este país, como la realidad de los países en “vías de desarrollo” está marcada por el poco o nulo conocimiento de la historia local e internacional, por la incapacidad del uso del juicio, por las pocas opciones de la sociedad para elegir algo fuera de un sistema mundial regido por el valor monetario, por razones varias que acarrean inconcientemente a un estado vegetativo y de neo-esclavitud del colectivo humano.

Es prácticamente imposible hablar del individuo en estas fechas, estos han dejado de existir para pasar a convertirse en máquinas consumistas de marcas, de símbolos que no simbolizan nada, de productos que son tan inútiles, como risible es lo efímero de los mismos productos.

El valor del conocimiento escrito está perdiendo terreno a pasos agigantados, la literatura es rentable si se escribe basura, si se favorece a alguien, si es material para telenovela o grandes producciones cinematográficas americanas. Si no es un best seller con contenido vano y digerible, recomendado por líderes de opinión oportunistas y estúpidos como Paty Chapoy y Adal Ramones, no es buena literatura. Y lo peor no es el retroceso económico que pasa a segundo o tercer plano para los escritores, lo peor es el retraso mental que causa la falta de lectura en la sociedad, la incapacidad de imaginar, la incapacidad de crear.

¿Para qué lidiar y enfrentar rivales ideológicos con argumentos superiores a los impuestos, si se puede eliminarlos desde la concepción, (o sea no enseñar nunca algo peligroso)? Por algo la Iglesia prohíbe hasta hoy ciertos libros, por algo la Iglesia tardó en adoptar la imprenta, (hasta que se dio cuenta de que le servía), por algo en el continuo evolucionar de los mass media se utiliza de novedosas formas la censura.

Antes de continuar, sería sensato aclarar qué es lo que se entiende por “sistema”. El sistema es el acomodo ideal del engranaje, en conveniencia de los involucrados al mando. En México está formado por el partido al mando, medios de comunicación, empresarios, gobiernos extranjeros con intereses, la Iglesia y curiosamente también algunos partidos de oposición y sindicatos charros.

Retomando el tema, la verdadera razón de el por qué la literatura es un arma mortal para el sistema es sencilla y hasta idiota, basta con recordar la revolución francesa, la rusa, la cubana y muchas otras que empezaron con ideales comunes, ideales que pretendían favorecer a todos por igual, no a unos cuantos. Por eso es lógico el miedo a la lectura y a la elección de lo que se lee por parte de los gobiernos, por que promueve libertad mental, promueve el ejercicio de la opinión, promueve descontento social, por lo tanto, promueve inestabilidad social y un futuro incierto para los que subyugan al pueblo.

La idea de criminalizar el descontento popular (marchas, plantones etcétera) va totalmente ligado a la ignorancia de quienes no leen y dejan que les lean, de quienes no miran y permiten que les muestren un trozo, de quienes buscan saciar necesidades inmediatas como el hambre corporal, y dejan para otro día el hambre espiritual. No pretendo culpar a las personas que actúan fuera de sí, no saben hacer otra cosa nadie les ha enseñado algo. Mas en cambio, pretendo culpar a Televisa, TV Azteca entre tantas de dicha situación, ¿Cómo culpar a quien le avienta el auto a los manifestantes, si es lo que aprenden del televisor?

Es por eso que la literatura es de plusvalía para el pueblo; da armas más poderosas que las nucleares gracias al poder de la razón. Un pueblo que razona tiene individuos competentes y diferentes que entrelazados confeccionan sistemas menos provechosos para unos cuantos y más rentables para una mayoría de la población.

Por eso creo en la peligrosidad de la Literatura, por eso creo que es un instrumento punzo cortante y tan incómodo como incómoda es la situación que vive este país a causa de la ignorancia.

Entonces, ¿Por qué enfadarse y sacar lo patriotero cuando Fidel Castro dice que los niños en México conocen más a Mickey Mouse que a sus propios héroes de la historia? Esto es completamente cierto y es sólo un pequeño reflejo de lo eclipsada que está nuestra sociedad.

“Los pueblos que no conocen su historia, están condenados a repetirla”
[1]. Al pueblo mexicano se le niega el conocimiento de su historia, historia de traiciones, historia priísta, historia entreguista, historia condenada a repetirse si no tomamos las armas de la Literatura.


[1] Máxima de Winston Churchill

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