2 de Octubre, ayer y hoy.

Estamos a un año de conmemorar el 40 aniversario de los caídos el 2 de Octubre de 1968 a manos de nuestro ¡propio ejército!

Todos tenemos algún conocido que hoy en día nos cuenta con voz quebrada y dolientes lágrimas, la película de horror que vivió, los cuerpos que tuvo que pisar para escapar de la masacre, el sonido de las balas rozando sus oídos, la angustia de no encontrar a sus amigos y compañeros de causa, que por cierto en muchos casos, ya no volvieron a ver.

En suma, esas personas nos cuentan un pedazo de historia que sí pasó, pedazo de historia que en aquellos momentos fue, más que callado, solapado y festejado por innumerables medios de información, pedazo de historia de una derrota que costó SANGRE a personas de la edad de nuestros padres. Por un pedazo de historia que miles de patriotas hace cuarenta años, soñaban no viviéramos nosotros.

Amigos, temo recordar que esto que a nuestra corta edad no hemos vivido a costa de nuestro propio aliento y agallas, es un déjà vu de lo que viene y de lo que ya nos rebasa, la represión en contra de nuestro México. En aquellos tiempos se criminalizó a los jóvenes (anterior a eso a los médicos y a los ferrocarrileros), hoy se criminaliza la lucha de los pueblos Oaxaqueños, se criminaliza Aténco, son violadas nuestras mujeres cual conquista española por los militares, el pueblo es amedrentado por la militarización del país. ¿Creen que esto de la militarización es para luchar contra el narco? No, esto de la militarización es para ¡controlarte!

Creo que hoy es nuestro tiempo y nuestro deber es enfrentarnos a la realidad. Amigos, este país está en ruinas y no hacemos nada, viene la hecatombe, ¡por Dios la canasta básica hoy está 35% arriba de cuando empezó Felipe Calderón! La gente que no conocemos por que sinceramente nosotros no tenemos hambre, está a nada del levantamiento y no hacemos NADA, en el mejor de los casos nos compadecemos y ya.

A casi 40 años de la brutal represión seguimos igual: desaparecidos, encarcelados, acecinados, violadas, callados, amenazados, etcétera. No dejemos que la lucha termine por nuestra desidia, por que ellos nos defendieron a pesar de que aún no nacíamos, por nosotros y por los que nos siguen:

EL 2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA